Seguidamente me envió un mensaje, que tardé cero coma en leerlo y menos aún en borrarlo, ¡¡no me olvida¡¡, ¡¡quiere volver a verme¡¡ Jesús, Jesús , por Dios....que le desconcierto me decía...¿porque le contesté al teléfono? ¿por eso se desconcierta?, es que él no sabe que mis padres me educaron en un buen colegio , y me dijeron que era de mala educación no contestar a las personas, que siempre hay que atender una llamada y esas cosas, que el saludo no se le niega a nadie.
Pues nada, para que no se desconcierte le envié un mail, diciéndole como me va en la vida, que soy la reina y señora de mi casa, que estoy en un momento tranquilo de mi vida, y que hace tiempo que cerré círculos, pase pagina,y abrí puertas a un futuro sin él.
Que a gusto me he quedado, si señor...de paso le envié unas palabras de Paulo Coehlo( mucho mejor que yo para explicar cosas) a ver si se aplica el cuento y empieza a vivir su vida, tranquilo, feliz y sin desconcertarse.
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